Conocer las claves de cómo crear equipos resilientes es lo que muchos líderes y organizaciones anhelan. No todos los equipos son iguales de la misma forma que cada ser humano nace con una serie de rasgos diferentes. Mientras que algunos nacen con resiliencia en su naturaleza, otros no; sin embargo, es posible formar a en las soft-skills esenciales a los líderes para que adopten una mentalidad que les permita mostrar una alta inteligencia emocional en el trabajo y transferirla a sus equipos.
El mundo en general, las economías y los lugares de trabajo han experimentado cambios que no muchos habrían imaginado. Si hay un enfoque que puede ayudar a una organización y a sus equipos a sobrevivir y prosperar en tiempos de incertidumbre, es su resiliencia. En el caso de un gigante empresarial como Apple, no fue sólo su tecnología de vanguardia, sino los equipos resistentes los que sirvieron de fuerza clave durante los desafíos sin precedentes de la pandemia.
Dado que se trata de un rasgo con el que no todo el mundo nace, ¿cómo trabajan los líderes para crear equipos resilientes?
Todos hemos oído hablar del proverbio “más vale prevenir que curar” y también tiene su importancia en este caso. Es más fácil crear equipos resilientes antes de que llegue la adversidad, y es responsabilidad del manager ejercer un buen liderazgo y asegurarse de que los equipos de la organización estén dotados de las habilidades y la mentalidad adecuadas. Esto puede hacerse ejerciendo de leader-coach y promoviendo conversaciones de coaching y el con un seguimiento cercano y habitual de los colaboradores.
¿Cómo construir un equipo resiliente?
Las siguientes estrategias son claves para conseguir equipos resilientes:
1. Inculcar autorregulación emocional
La autorregulación se ha definido como una meta-habilidad de comportamiento para ser resistente en el siglo XXI. Permite gestionar el comportamiento en fases de previsión y planificación, control del rendimiento y reflexión sobre el mismo. La autorregulación emocional no sólo contribuye a la gestión de las habilidades conductuales en situaciones de estrés, sino que también permite a los miembros del equipo mostrar inteligencia emocional en el trabajo, ya que la autorregulación es uno de los cinco componentes de la inteligencia emocional.
Lo que pueden hacer los líderes es animar a sus equipos a crear un documento que contenga respuestas personales sobre la forma en que querrían responder a los escenarios a los que se enfrentan habitualmente en el lugar de trabajo. La práctica puede ser más eficaz si se incorporan al documento los desencadenantes distintivos de cada empleado.
2. Construir la confianza
Corresponde al líder fomentar la confianza dentro de los equipos, aclarando las funciones de cada uno de los miembros del equipo y cómo esas funciones funcionan en sinergia, así como desarrollando un entorno de seguridad. Los líderes de los equipos pueden construir confianza :
– Estableciendo objetivos claros y explicando los procesos para alcanzarlos.
– Formando y guiando mediante el coaching
– Haciendo que los miembros del equipo lleguen a tener dominio de las tareas y situaciones difíciles ofreciéndoles oportunidades de crecimiento.
– Desarrollando y compartiendo con el equipo un marco general pero elaborado de respuesta ante situaciones de crisis. El marco debe ser aplicable a una serie de situaciones que solventen problemas o momentos de incertidumbre.
– Capacitar a los equipos para que aprovechen su experiencia para ser más creativos e idear soluciones innovadoras.
– Fomentar la confianza de los miembros del equipo entre sí, mediante el dialogo y conversaciones continuas sobre la importancia de cada miembro y de su experiencia, y cómo pueden confiar en los puntos fuertes de cada uno cuando se enfrentan a la adversidad.
3. Improvisación y adaptabilidad
Si hay una lección que hemos aprendido del virus Covid-19, es la capacidad de improvisación y adaptación. No sólo hemos sido testigos de la capacidad de recuperación del virus al adaptarse continuamente, sino también de los equipos y organizaciones de todo el mundo que consiguieron improvisar y adaptarse a nuevos entornos de trabajo y tecnologías.
Una idea absolutamente clara de los objetivos y la familiaridad con las habilidades y roles de los demás sin duda, ayuda al equipo a mantener su enfoque mientras improvisan sus procesos aprovechando la experiencia de sus miembros.
La resiliencia del equipo es igual de importante que la resiliencia individual, que puede ser alimentada por el liderazgo y dar lugar a equipos y organizaciones que puedan superar la prueba de los tiempos.
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